Hasta llegar a día de hoy ha habido muchas parejas homosexuales extranjeras que se han esforzado para obtener en Corea el reconocimiento legal como pareja. Mientras que los militares y los diplomáticos extranjeros enviados a este país han podido conseguir el reconocimiento de sus derechos en diversas ocasiones, los ciudadanos ordinarios apenas han podido alcanzar tales oportunidades tanto en el ámbito público como en el privado.
Traducción al español: Miguel
Revisión de la traducción: 희중
Redacción del texto original: Miguel
Revisión del texto original: 레이, 에스텔
La última sentencia emitida por la justicia coreana despertó la ilusión en la comunidad LGBT. Aunque la desobediencia del Servicio Nacional Coreano de Seguro Médico (SNCSM) retrasó la llegada de un futuro prometedor, es evidente que un cambio está por venir. Si el dictamen definitivo de la justicia reconoce al menos parcialmente el estatuto jurídico de las parejas de hecho homosexuales, también podría ser un indicio de que los habitantes extranjeros en Corea se beneficiarán igualmente de aquel cambio.
Sin embargo, hasta llegar a día de hoy también ha habido muchas parejas extranjeras residentes en Corea que se han esforzado para obtener el reconocimiento legal como pareja. Unas han logrado obtener ciertos derechos sobre todo en el sector privado, pero la mayoría se ha encontrado en un callejón sin salida.
Reconocimiento limitado a los funcionarios extranjeros
Hay países en el mundo que todavía no han aprobado el matrimonio igualitario, pero que reconocen los matrimonios contraídos en el extranjero. Corea parece seguir esta pauta en determinados casos, como en el caso de los militares estadounidenses estacionados en el país. Las fuerzas armadas de EE.UU. asumen una función crucial dado el conflicto sustancial entre las dos Coreas, por lo que el gobierno reacciona con mucha sensibilidad a los asuntos estrechamente relacionados con este ejército extranjero.
En 2013, los militares estadounidenses en Corea que habían contraído el matrimonio igualitario en su país de origen se quejaron de que no podían gozar de los beneficios dignos, como la emisión del visado al cónyuge homosexual o los privilegios racionales. Como el Acuerdo de Estatutos de Fuerzas (SOFA en su sigla en inglés) firmado entre los dos países no limitaba estos beneficios a las parejas heterosexuales, las fuerzas armdas de EE.UU. solicitaron al gobierno coreano que reconociera a sus parejas homosexuales. El gobierno coreano dio el visto bueno a esta solicitud en 2016 y ahora pueden disfrutar de los mismos derechos que los soldados de matrimonio heterosexual. Pero ese privilegio no se extendió a los civiles estadounidenses residentes en Corea y mucho menos a los ciudadanos coreanos.
Los diplomáticos extranjeros pueden solicitar para su pareja homosexual el visado F-1, el visado para miembros visitantes y cohabitantes. Un caso interesante data del 2019, que es caso de Philip Turner, el exembajador de Nueva Zelanda en Corea. El exembajador Turner se convirtió en el primer embajador enviado a Corea con la pareja homosexual y quería que su marido Ikeda le acompañara a la ceremonia de la entrega de cartas credenciales. Al inicio el gobierno no lo permitía, pero poco antes de la ceremonia, el Ministerio de Justicia modificó las reglas relevantes, abriendo paso a su participación en pareja. Las organizaciones LGTB señalaron que el gobierno evitó publicar este cambio, guardándolo como si fuera un secreto, y seguía sin reconocer a otras parejas homosexuales.
Falta de reconocimiento a los ciudadanos ordinarios
Pero la puerta permanecía cerrada en otros casos. Simon Hunter-Williams, de nacionalidad inglesa, se casó con un nacional surcoreano en su país de origen en 2015. En 2017, pidió al gobierno coreano que les reconociera como pareja y solicitó el visado de inmigración por matrimonio. Lo hizo para vivir en Corea junto a su cónyuge, según una carta que escribió al presidente de entonces Moon Jae-in. “He vivido mucho tiempo en Corea y amo este país. Queremos ser padres también, pero sin reconocimiento legal de nuestra relación, ni siquiera podemos ir al hospital por problemas de seguro médico.”
Sin embargo, el Ministerio de Justicia denegó la petición. Dijo que no era posible por la definición legal del matrimonio y la opinión pública en general. Hunter-Williams podría ingresar en el país con otro visado, pero esto no equivaldría al estatus de matrimonio, que logró en Reino Unido.
Otro caso se remonta al 2019. Un profesor estadounidense Todd Henry, editor y coautor del libro Queer Korea, visitó la Universidad Nacional de Seúl y pidió a la universidad una residencia en la que viviría con su pareja de hecho del mismo sexo. Pero el pedido, que se habría aceptado sin problema de ser una pareja heterosexual, fue rechazado y la universidad añadió que el resultado no cambiaría a pesar de que se casaran en EE.UU. y presentaran el documento oficial.
Unas posibilidades de reconocimiento
Uno dispone de otras opciones si no se trata un reconocimiento oficial. Por ejemplo, según Kim Kyu-jin, casada con su esposa en EE.UU., pudo lograr que la persona beneficiaria de su seguro fuera su esposa. No era un seguro público y de hecho no era de sorprender dado que el contratante puede designar a cualquiera como persona beneficiaria con su consentimiento explícito. No obstante, como el país no reconocía el matrimonio igualitario, su mujer debía registrarse en el documento como ‘amiga’ en lugar de ‘cónyuge’. En una entrevista con otros medios de comunicación, Kim también comentó que su abogado le había aconsejado fundar una sociedad para garantizar el beneficio del seguro.
En 2019, la compañía aérea Korean Air también aceptó una pareja del mismo sexo en su programa de millaje. Esta pareja se había casado en Canadá y la compañía respondió que reconocía y registraba las relaciones familiares en su sistema con base a los dispositivos legales de cada país.
Traducción al español: Miguel
Revisión de la traducción: 희중
Redacción del texto original: Miguel
Revisión del texto original: 레이, 에스텔
Bibliografía (Materiales en coreano)
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